- La filial de medios de pago de Minsait cuenta con una oferta completa y diferencial de alto valor añadido en los negocios emisor y adquirente, procesamiento y soluciones innovadoras de pagos digitales, en un momento en el que la crisis mundial del COVID-19 impulsa a las empresas colombianas y de todo el mundo hacia el cashless
- El pago móvil en Colombia tiene una presencia muy superior al resto de la región de Latinoamérica, según el último Informe de Medios de Pago de Minsait Payments, relativo a 2019, pudiendo convertirse en un elemento transformacional y generador de cambio de hábitos
- El crecimiento en el uso de los pagos electrónicos entre los colombianos y el cambio de percepción a raíz del COVID-19 puede propiciar la entrada a la cotidianeidad de los pagos pequeños
El COVID-19 y las medidas tomadas para contener la propagación del virus han impulsado la transformación digital y su implementación en compañías de todo el mundo. Uno de los mayores cambios en la esfera empresarial y pública está enfocado en la disminución del uso de efectivo, luego de que la Organización Mundial de la Salud (OMS) haya sugerido que las personas realicen sus transacciones con tecnología contactless, para disminuir el riesgo de contagio.
Los efectos de la pandemia ya son tangibles en los cambios de hábitos que ha generado en todos nosotros. Gobiernos, entidades financieras y comercios están explorando soluciones de pagos electrónicos en un intento por disminuir su dependencia del efectivo. Una palanca que puede acelerar el avance hacia una sociedad cashless, siempre y cuando estos nuevos hábitos se mantengan a lo largo del tiempo.
Estas son algunas de las conclusiones presentadas hoy por Kerman Ispizua, responsable de nuevos negocios de Medios de Pago de Minsait Payments, y Verónica López, consultora de Análisis Financieros Internacionales, en el webinar, celebrado hoy en Colombia, para presentar la novena edición del Informe de Tendencias en Medios de Pago de Minsait Payments y su evolución ante el COVID-19.
De acuerdo con 7 de cada 10 altos directivos de 11 países consultados para dicho Informe, relativo a 2019, no es probable que el efectivo desaparezca a mediano plazo. De hecho, solo 1 de cada 10 cree que existirá un mundo libre de efectivo antes de 2030. “Es claro que el COVID-19 se ha convertido en un impulso para avanzar en la implementación de medios de pago alternativos al efectivo, promoviendo el uso de tecnologías contactless y herramientas digitales que aceleran la transformación del sector no solo en Colombia, sino en todo el mundo. En este sentido, el rol de la tecnología cobrará un protagonismo sin precedentes”, sostiene Oriol Pérez Cubero-Trujillo, director de Servicios Financieros de Minsait en Colombia.
Ante esta posibilidad, no cabe duda de que la transformación de los medios de pago en la era poscovid-19 en el país llevará implícito importantes desafíos y vendrá determinada por la capacidad de mantener los nuevos hábitos de consumo. En este punto, resulta fundamental contar con aliados que presenten herramientas apremiantes para dicha transformación. Minsait Payments, la filial de medios de pago de Minsait que agrupa todos sus productos, soluciones y servicios en este mercado y a más de 1.000 profesionales especializados en medios de pago, presenta una oferta completa y diferencial de alto valor añadido que le permite sumar liderazgos en los negocios emisor y adquirente, de pagos instantáneos, de pasarelas de pagos, en procesamiento y en soluciones innovadoras de pagos digitales.
Además, ofrece un innovador servicio de procesamiento de pagos digitales que puede ayudar a impulsar la transformación de estos servicios para atender a las necesidades de un mundo que puede ser cada vez más independiente del efectivo.
El reto aún no resuelto por la industria es entrar a la cotidianeidad de los pagos pequeños
Colombia registra los cambios más significativos de toda la región sobre los medios de pago utilizados por la población adulta bancarizada en sus gastos mensuales. Por ejemplo, el uso del efectivo sufre un fuerte retroceso (-13,1%) y los dispositivos móviles irrumpen en la escena con un incremento en su penetración, tanto para pagos en comercios físicos (+6,9%) como entre particulares (+15,8%).
Además, los patrones en Colombia evidencian que la transaccionalidad de los pagos electrónicos se concentra en las tarjetas, que se emplean hoy en más de 2 de cada 3 operaciones de pago electrónico en Colombia. Sin embargo, aunque el uso de tarjeta crece en el país y se fortalece como instrumento de pago y no solo como una herramienta para retirar dinero, no supera al efectivo, el medio de pago más utilizado en el país.
No obstante, parece que el COVID-19 está cambiando la percepción en el consumidor, ya que está hoy optando por medios de pago alternativos al efectivo. Los carteles que comunicaban un pago mínimo con tarjeta han desaparecido, y se han sustituido por otros que recomiendan, e incluso exigen, el pago con tarjeta para cualquier tipo de transacción. En Colombia, el alivio temporal provisto por algunos adquirentes en el cobro por el uso de los datáfonos puede hacer parte de la estrategia a seguir para cambiar hábitos muy arraigados en la población.
Entidades y gobiernos tienen la oportunidad de aprovechar este hito y guiar a los colombianos en sus transacciones electrónicas, de modo que se convierta en un hábito permanente, más allá de la pandemia. Para ello, la comunicación oportuna a los consumidores y la disponibilidad de equipos que faciliten la aceptación en comercios se presentan como acciones clave para lograr superar el reto que conlleva la entrada a la cotidianeidad de los pagos pequeños por parte de la tarjeta y otros instrumentos de pago electrónicos.
El pago móvil: elemento transformacional y generador de cambio en hábitos
Según el Informe de Minsait Payments el pago móvil en Colombia tiene una presencia muy superior al resto de la región de Latinoamérica, en particular el pago P2P o entre particulares, que ha casi triplicado su adopción en apenas un año y ya reconocen utilizarlo uno de cada cuatro bancarizados.
El pago móvil en comercios muestra en Colombia una tendencia de adopción similar a la del resto de Latinoamérica. Sin embargo, los colombianos también relacionan estas transacciones con desconfianza, y la identifican como la principal barrera de uso.
Las recomendaciones de la OMS y la conciencia por el cuidado de la salud pueden convertirse en factores determinantes a la hora de disminuir la desconfianza de los colombianos por las transacciones vía dispositivos móviles y aumentar el conocimiento sobre esta herramienta, que muchos colombianos ya utilizan -en medios de transporte, por ejemplo-.
La multibancarización: un fenómeno potenciado por el cambio de hábitos en el consumidor.
Aunque cambiar los hábitos transaccionales de la población colombiana genere desafíos, algunos sectores ya evidencian la transformación de sus preferencias. Es el caso de la población bancarizada, que ha aumentado el número de bancos que utiliza. Entre 2018 y 2019, los usuarios con más de una entidad financiera pasaron de 39% a 61%.
El aumento de la multibancarización conlleva una reducción en la duración de las relaciones con la entidad financiera considerada principal. En 2018 la antigüedad media en Colombia era de 7 años, y en 2019 pasó a 6 años, lo que demuestra que las preferencias de los consumidores colombianos pueden transformarse de acuerdo con esta tendencia global.
“Bajo estas dinámicas y en un mundo post-pandemia, la competencia percibida por el sector bancario para 2030 es una combinación de agentes de distintas naturalezas y tamaños –fintech, bigtech, neobancos-, todos ellos necesariamente generadores de valor. Por ello, casi la mitad de los directivos consultados para el informe de Minsait Payments, apuestan por la colaboración con Bigtech o Fintech como reacción a la eventual entrada de estos nuevos players”, agrega Ana Fernández Cuesta, directora comercial de Medios de Pago de Minsait para Latinoamérica.
En ese sentido, si en el contexto de crisis mundial se busca fortalecer la comunicación efectiva sobre alternativas de medios de pago, la disponibilidad tecnológica, la superación de barreras y los incentivos para nuevos hábitos de consumo, pueden generarse las condiciones necesarias para que se transformen los medios de pago en la era poscovid-19.